Cómo elegir la ropa de cama ideal: claves para descansar mejor
Para elegir la ropa de cama ideal, conviene tener en cuenta el tamaño del colchón, la estación del año y la transpirabilidad del tejido. Los materiales más recomendados son el algodón -por su frescura y adaptabilidad- y el lino, ideal para climas cálidos.
También es importante revisar el número de hilos (preferiblemente más de 200) y el tipo de hilado, ya que influyen directamente en la suavidad, la durabilidad y la calidad del descanso.
Pero veamos cada punto en profundidad a lo largo del artículo.
¿Por qué es importante elegir bien la ropa de cama?
Dormir bien no solo depende del colchón o la almohada. La ropa de cama también juega un papel esencial. Es el primer contacto con la piel al acostarnos, y su calidad influye directamente en la sensación de confort, la temperatura corporal y, en consecuencia, la calidad del sueño.
Elegir la ropa de cama ideal es más fácil si sabes en qué fijarte. Aquí te contamos los tres factores clave que deberías tener en cuenta antes de comprar: el tejido, el número de hilos y el color.
Pasos para elegir tu ropa de cama con éxito
1. Elige tejidos que aporten suavidad y transpirabilidad
No todas las telas ofrecen la misma sensación. La diferencia entre unas sábanas suaves que invitan al descanso y unas que se arrugan o dan calor suele estar en el tejido y su fibra.
Los tejidos más recomendados para ropa de cama:
- Algodón 100%: natural, transpirable y resistente. Ideal para uso diario.
- Percal: tejido de algodón de trama fina y firme, fresco y duradero.
- Satén de algodón: más suave y con tacto sedoso, perfecto para quienes buscan una experiencia más envolvente.
- Algodón egipcio o supima: fibras largas de altísima calidad, con tacto ultra suave y aspecto de hotel de lujo.
Consejo: Revisa la etiqueta o ficha técnica del producto. Cuanto más larga sea la fibra del algodón, más fino será el hilo y más suave será el resultado.
2. Fíjate en el número de hilos: calidad no es siempre cantidad
El número de hilos indica cuántos hilos por pulgada cuadrada tiene el tejido. No siempre más es mejor, pero sí debe haber un equilibrio.
¿Cuántos hilos debe tener una buena sábana?
- De 200 a 400 hilos: perfecto para un uso cotidiano. Suaves, resistentes y transpirables.
- De 500 a 800 hilos: más densas y lujosas, ideales para climas fríos o quien busca máxima suavidad.
- Más de 800 hilos: pueden resultar demasiado pesadas o calurosas si no están bien fabricadas.
Dato importante: Un número alto de hilos solo es sinónimo de calidad si el hilo base es bueno. Un percal de 200 hilos bien tejido puede ser más duradero y cómodo que una sábana de 800 hilos de baja calidad.

3. Juega con los colores y crea el ambiente que deseas
Más allá del diseño, el color de la ropa de cama influye en cómo se percibe el dormitorio y cómo te hace sentir.
¿Qué transmite cada color?
- Blanco: limpieza, frescura, tranquilidad. Es el más usado en hoteles.
- Grises y beige: neutros, acogedores y fáciles de combinar.
- Azules y verdes claros: aportan serenidad y frescura visual.
- Tonos intensos: reflejan personalidad, pero pueden recargar si no se equilibran con neutros.
Consejo de estilo: Si no sabes qué elegir, empieza por una base blanca o cruda y añade color con cojines o plaids. Es más fácil renovar pequeños elementos que cambiar toda la ropa de cama.
4. No te olvides del ajuste, el tacto y la facilidad de cuidado
Una sábana puede ser preciosa… pero si no se ajusta bien o se arruga demasiado, no será práctica. Fíjate también en:
- La goma de la bajera: que sea elástica en todo el contorno y se adapte al grosor de tu colchón.
- El tipo de tejido: si es fácil de planchar, si encoge, si mantiene el color tras los lavados.
- La sensación al tacto: más allá de los datos técnicos, confía también en cómo te hace sentir.
La mejor ropa de cama es la que te hace descansar mejor
No hay una fórmula única para elegir la ropa de cama ideal, pero sí hay una certeza: debe adaptarse a ti. A tu forma de dormir, a tu gusto estético, a tu temperatura corporal.
Elige con calma, toca los tejidos, piensa en tu día a día… y elige ropa de cama que te invite a desconectar.
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